Aparecen Volcanes de arena tras sismo en BC

Nota publicada el 8 de abril de 2010
por Elizabeth Vargas

Científicos de Cicese estudian en Mexicali, pequeños volcanes de arena que han surgido tras el terremoto y manantiales de agua con olor sulfuroso que han causado curiosidad y temor en la población.
En un comunicado se informa que en los días posteriores al sismo de 7. 2 grados en la escala de Richter que se registró el domingo 4 de abril a lo largo de la Sierra Cucapah, y que se sintió ampliamente en las principales ciudades del norte de Baja California y al sur de Estados Unidos, las brigadas de la División de Ciencias de la Tierra están trabajando en el Valle de Mexicali.

Estas brigadas incluyen la zona donde se han reportado pequeños volcanes de arena que se han formado a lo largo de fracturas y manantiales de agua con olor sulfuroso y de color rojizo, algunos de ellos confundidos con géiseres.

Al respecto, el Dr. Luis Delgado Argote, director de la División de Ciencias de la Tierra, explicó que dichas manifestaciones se deben al fenómeno de licuefacción, es decir, partículas sólidas o sedimentos son transportados como si fueran líquidos por el efecto del aire o agua que pasa por los intersticios o por la comunicación de los poros.

El géiser, dijo, es un término que se aplica a un ambiente donde hay actividad volcánica, lo que no aplica en este caso particular pues la energía involucrada en el fenómeno es por movimiento y no térmica.

La presencia de pequeños volcanes de arena, de un metro y medio de diámetro o menores, alineados a lo largo de las zonas donde ha habido rompimientos, son manifestaciones que se presentan comúnmente en terrenos sedimentarios donde el constituyente principal son arenas, limos y arcillas, que no están compactados o litificados.

Durante un evento sísmico hay fenómenos de compresión y extensión; cuando hay compresión los poros entre los sedimentos tienen que expulsar el aire o agua que contengan en sentido vertical y se dirigen o canalizan a lo largo de fracturas, al final de la superficie lo que vamos a observar son estos volcancitos de arena.

Acerca de los reportes de agua con olor sulfuroso y de color rojizo, señaló que están a la espera de datos de campo y sobre la composición química del agua, aunque de manera preliminar lo están interpretando como un evento de licuefacción producido en materiales ricos en arcillas y combinados con aguas ricas en azufre.

"Está ocurriendo algo similar a los pequeños volcanes que se están formando a lo largo de fracturas, pero en este caso lo que produce el fenómeno de licuefacción ya no es aire sino agua y, como está ocurriendo muy cerca de la zona epicentral, relativamente cercana al campo geotérmico de Cerro Prieto, donde el contenido de azufre es mayor y los sedimentos son ricos en arcilla (materiales muy finos que cuando se combinan con el agua dan ese color rojizo)", detalló el doctor Delgado Argote.

Indicó que aunque hasta el momento el agua no se considera peligrosa, por tener bajas concentraciones de azufre, no es agua potable y no es conveniente meterse en ella.

En cuanto a la presencia de réplicas, señaló que estás se darán de manera continua e irán bajando de magnitud que a la fechan han sido desde menores a 2.5 grados hasta 4 y que actualmente son más frecuentes al norte de la frontera, aunque hay algunos importantes en el ejido Victoria, más cerca del epicentro.

Detalló que con el sismo del domingo 4 de abril, el más grande que se ha registrado en la historia instrumental de la sismicidad de Baja California, entró en actividad una región donde se había tenido una actividad sísmica baja, a pesar de que existen estructuras de fallas que se han cartografiado en los últimos años.

Históricamente, dijo, la actividad sísmica a lo largo de la Sierra Cucapah es hasta cierto punto inesperado. También consideró importante la magnitud del evento, pues el único reporte que se tenía de un sismo de magnitud similar fue a finales del siglo pasado, en 1890.