La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) confirmó que hubo una alteración premeditada de la escena y del lugar de los hechos donde se cometió el ataque contra el futbolista paraguayo Salvador Cabañas. El subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJDF, Luis Genaro Vásquez, reveló que el responsable de dicha alteración es un empleado de nombre Javier Ibarra, quien habría presenciado el momento de la agresión y que luego intentó limpiar la sangre en el piso.
`El ya aceptó haber alterado la escena del crimen, él acepta haber lavado el baño después de ocurrido el ataque`, indicó el funcionario.
De los 14 testigos con los que se cuenta hasta el momento, Genaro Vásquez destacó la importancia de Ibarra ya que es el único que al parecer presenció lo ocurrido en el interior del sanitario de hombres, donde el futbolista fue atacado por José Jorge Balderas Garza y un cómplice.
`Nosotros consideramos que este sujeto es un testigo clave de los hechos, era el responsable de los baños y esta persona pudo haber atestiguado los hechos, por lo que tomaremos una ampliación a su declaración y nos detalle lo que ocurrió`, explicó.
Hizo énfasis en que hasta el momento no han sido satisfactorias las declaraciones que se han tomado a Ibarra, pues éste ha sido impreciso e incluso ha modificado su dicho, por lo que se buscará precisarla en las próximas horas.
El subprocurador capitalino se refirió también a la situación de la bailarina de origen cubano Diana Hernández Díaz, quien aparece en las grabaciones de las cámaras de seguridad platicando junto con los sospechosos antes de que ocurriera la agresión.
Explicó que ella se presentó voluntariamente ante el Ministerio Público durante la madrugada, y su testimonio funcionó para confirmar la identidad de los agresores, el perfil de los mismos y algunas circunstancias de la convivencia.
Indicó que tanto ella como Javier Ibarra y al menos 12 personas más se encuentran en calidad de testigos ante la autoridad ministerial, y será en las próximas horas cuando se resuelva su situación jurídica.
FUENTE: EL UNIVERSAL