Se escuchaba Un puño de tierra de Ramón Ayala y sus Bravos del Norte cuando los guardaespaldas del extinto Arturo Beltrán Leyva, gritaron: “¡Fuga, patrón, vámonos!”. Eran los infantes de Marina que irrumpían a una residencia del fraccionamiento Los Limoneros, la madrugada del pasado 11 de diciembre.
En la narcoposada de Cuernavaca, Morelos, acompañaban al Jefe de jefes, Édgard Valdez Villarreal, La Barbie y Sergio Villarreal, El Grande, los cabecillas de la estructura directiva del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
Los tres jefes del narcotráfico eludieron el cerco de la Armada. Aunque los infantes de Marina los persiguieron, un vehículo BMW hizo alto total y quedó en medio de la carretera. La conductora, Patricia Terroba, murió en medio del fuego cruzado, de acuerdo con el expediente PGR/SIEDO
sábado, 27 de febrero de 2010
En narcofiesta de Morelos estaban todos los jefes: testigo
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Tribuna de Chihuahua