miércoles, 21 de julio de 2010

El huelguista Cayetano Cabrera vale más vivo que muerto

Cayetano Cabrera tendría que levantar su huelga de hambre hoy mismo. Todavía puede levantarse victorioso.
Su mensaje ha sido escuchado y su indignación recogida. No tiene mucho más que hacer después de esta valerosa demostración de coraje y convicción. No puede ir más adelante. Creo que Cayetano lo sabe.

Si Martín Esparza y sus abogados tienen razón en que la CFE debe asumirse como patrón sustituto de los electricistas que trabajaron en Luz y Fuerza del Centro, la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje así lo terminará determinando. En nada cambiará el sentido del laudo el que una, dos o tres personas mueran en una huelga de hambre.
Ninguna autoridad puede aceptar que se imponga la lógica del suicidio. El SME buscó a las instituciones. Perdió una controversia constitucional, no pudo obtener un amparo de la Suprema Corte y tiene aún 28 mil 494 reclamaciones pendientes en la Junta. La huelga de hambre fue una presión extrema (no sé si noble) a la Corte y no funcionó. Sería funesto que pervirtiera, en un sentido u otro, la determinación de la Junta.
Es muy duro cuestionar a una persona dispuesta a dar su vida por una idea. Pero sería deshonesto dejar de subrayar en este trance que el SME está jugando una carta tramposa. No es Fariñas exigiendo a la dictadura cubana la libertad de los presos políticos. Es Cayetano advirtiéndole a la Corte y la Junta que se suicidará si no resuelven en el sentido que a él y los suyos conviene.
Ojalá reconsidere, 88 días han sido suficientes. La lucha del SME tiene ahora en Cayetano a un símbolo creíble y admirable. Vivo será más útil.
En una lucha larga, más que mártires, hacen falta inteligencias y voluntades.
gomezleyva@milenio.com
fuente: milenio

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Tribuna de Chihuahua